CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE UN HOMBRE BUENO: DON JERÓNIMO GIL MENA

CENTENARIO DEL NACIMIENTO  DE UN HOMBRE BUENO: DON JERÓNIMO GIL MENA

Humilde es este homenaje que desde el recuerdo pretende hacérsele a un hombre bueno, del que se tiene su nombre impreso en documentos oficiales que figuran en instancias eclesiásticas vinculadas con nuestra ciudad, Arjona, pero que, tal vez , a la memoria de sus ciudadanos pueda serle más ajena: don Jerónimo Gil Mena.

Refresquémosla, pues,  un poco con algunos datos y reservemos para otra ocasión un viaje más detenido por su personalidad. Es tal vez la coincidencia en estos días de obligada reclusión  la que nos va a facilitar la incorporación de los mismos para reseñar el  centenario de su nacimiento.

En tal día, como hoy, 17 de marzo, en el pasado siglo y en la calle Bombo nace Jerónimo, hijo de José Gil Fuentes y Francisca Mena Lara. Cursa sus primeros estudios en las Escuelas del Ave María – pronto comienza su vinculación con instituciones granadinas -, que dirigía don Rafael Izquierdo Abril, donde concluye como alumno libre su Bachillerato, si bien realiza los exámenes finales de cada año en el Instituto de Jaén.

Recuerdo de la Ordenación Sacerdotal y Primera Misa de D. Jerónimo Gil Mena

Concluida la contienda civil ingresa en la Compañía de Jesús en el noviciado de Loulé (Portugal), a donde se había trasladado la formación de los jóvenes aspirantes andaluces. Estuvo don Jerónimo como hermano lego de la Compañía en el Colegio Villasís, en Sevilla, ciudad en la que traba conocimiento con el famoso padre Cué, amistad que fomenta con mayor intensidad su vocación religiosa, que deriva hacia el sacerdocio en el Seminario Diocesano de Guadix, en cuya catedral fue ordenado como tal el 15 de noviembre de 1953. Fue su padrino don José Yanguas Messía, por entonces Embajador de España en la Santa Sede, vinculado laboralmente con su padre, José Gil.

El 13 de diciembre cantó su primera misa en el templo de Santa María. Alguien que estuvo presente en dicha celebración me señaló una mañana la huella de la apertura en su ábside desde donde la emocionante lluvia de pétalos de flores inundó el altar mayor de dicho templo durante la celebración, presidido por la imagen de la Virgen de los Dolores, con las imágenes de los patronos, S. Bonoso y S. Maximiano, a ambos lados. 

En 1956, por delegación del señor obispo de Jaén, don Félix Romero Mengíbar, bendijo el nuevo templo de S. Juan Bautista, reconstruido tras su destrucción en 1936, ayudado por su párroco, D. Juan Antonio León García, y el de S. Martín, D. Basilio Martínez Ramos.

Dependiente de la diócesis de Guadix, oposita en dos ocasiones a su catedral, la primera como Maestro de Ceremonias, y la segunda para Prefecto de Ceremonias, canonjía de la que toma posesión el 7 de diciembre de 1959. Al año siguiente fue nombrado Administrador de sus dos Seminarios y Secretario del Señor Obispo. En el Seminario Menor “San Torcuato”, junto al sacerdote Carlos Ros González, fundó el grupo de “Los Seises”, que desde entonces, según una tradición popular, bailan ante la imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen el día 8 de diciembre en la catedral accitana. Este grupo, de modo excepcional, también intervino en la misa funeral de don Jerónimo.

Jerónimo Gil Mena: Canónigo Prefecto de Sagradas Ceremonias de
la S.A.I. Catedral Accitana

Pero volvamos a su permanencia y vinculación con nuestra ciudad. En 1968, por su iniciativa y buscando colaboración con arjoneros e instituciones locales, comenzaron las obras de remodelación de la planta superior del Santuario de los Mártires como Museo de los Santos, obra que pudo ver finalizada al año siguiente. Una placa en dicho templo recuerda su inauguración junto a las autoridades locales y eclesiásticas y la huella de su generosa contribución figura en cada pieza.

D. Jerónimo Gil Mena en su juventud

También en la parroquia de S. Juan Bautista permanece su memoria en la Sala de la Virgen, creada a su instancia y valiosa aportación, en la que podemos admirar los mantos, sayas y otras prendas de la Virgen de los Dolores, así como enseres de plata, imágenes, ornamentos  y numerosos objetos de culto de gran significación religiosa y patrimonial para Arjona y los arjoneros.

Durante los años 1972 a 1975 ejerce como párroco de San Martín en nuestra ciudad e impulsa los cultos a las cofradías que tienen en dicha parroquia su sede. Pero no quisiera olvidar su colaboración en el desarrollo de algunos actos singulares en nuestra tradición, que con el tiempo se tiende a eternizar cuando lo cierto es que tienen su origen concreto y algunos lo encuentran en don Jerónimo. Uno de ellos es el empleo exclusivo de los nardos, con toda su simbología religiosa detrás, en el ornato de los Santos Bonoso y Maximiano y de las Sagradas Reliquias, en Fiestasantos especialmente. La segunda, el culto devocional mensual, cada día 21, a nuestros patronos en el templo de Santa María.

Don Jerónimo Gil Mena

Añadamos a estas puntualizaciones su especial dedicación a la divulgación e intensificación en el culto patronal con sus numerosas colaboraciones en los Programas de Fiestasantos, de quien fue en 1975 Pregonero - trayendo de atrás esta figura hasta hacerla institucional, como señal inequívoca del comienzo festivo – y en la publicación de “Arjona y sus Santos”.

Se jubila como canónigo en 1975. Reside en la ciudad de Granada, con la preceptiva licencia de la Catedral de Guadix, y colabora en las parroquias granadinas del Sagrario y de San Emilio. Fallece el 30 de junio de 1994.

Si su paso por nuestra ciudad y sus costumbres, su entrega al ministerio sacerdotal, su devoción extrema por los Santos Bonoso y Maximiano y el amor por sus convecinos no pasó desapercibido, justo y necesario es traerlo al presente y que le dediquemos este recuerdo es obligación de bien nacido y los arjoneros lo somos.

Nota.- Mi especial agradecimiento a Pablo del Moral Zamora por traerme a la memoria esta fecha y a Antonio Rivas Morales por su información bibliográfica.

Manuel Antonio Cardeña Perales

Cronista Oficial de la Ciudad.

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